Sistemas de Gestión de Quejas y Reclamaciones ISO 10002
Gestión de la calidad e imagenen el transporte de viajerosUNE-ISO 10002:2018 VER
Un sistema de gestión de sugerencias y quejas efectivo, juega un papel primordial en la calidad de la gestión de una entidad prestadora de servicios. Las quejas, sugerencias o reclamaciones de los clientes, son una fuente de información que las organizaciones pueden usar para mejorar la prestación de sus servicios, su reputación y la confianza que generan entre sus clientes, además representan una herramienta de participación y contribución a la calidad del desempeño.
Con el fin de aprovechar este conocimiento para la organización, es importante disponer de un sistema eficaz de gestión de las quejas y sugerencias, además de mecanismos que incentiven la participación de los clientes y usuarios.
El presente manual pretende proporcionar una orientación en el proceso de tratamiento de las quejas y sugerencias dentro de una entidad deportiva, incluyendo aspectos relativos a la planificación, diseño y operación de un sistema para su gestión.
La gestión de las quejas y sugerencias
Con el fin de mejorar la calidad del servicio prestado al cliente, es necesario conocer sus expectativas, determinar si éstas se están cumpliendo y hasta qué punto pueden llegar a satisfacerse. Cuando lo que espera y desea el cliente excede los recursos disponibles en la organización o en el servicio a prestar, esta información puede usarse para determinar los cambios que deben llevarse a cabo.Diferentes investigaciones (Gilly, Stevenson y Yale; 1991) sugieren que son relativamente pocos los clientes insatisfechos que se quejan, por lo que cada queja recibida brinda una pequeña muestra de un porcentaje de insatisfacción mayor. Gestionando y analizando las causas de las quejas, la organización puede no sólo reducir el número de quejas sino también el nivel de insatisfacción que genera un servicio, producto o procedimiento.
El proceso de gestión de quejas puede analizarse como una herramienta defensiva para la organización: como mecanismo para tratar las quejas de los clientes actuales de forma tal que los clientes insatisfechos no prescindan de los servicios que presta la entidad. Se concibe la gestión de quejas como un sistema, dispuesto por la organización, para ofrecer a los clientes y/o usuarios, una oportunidad para resolver sus quejas e inconvenientes. Aunque la gestión eficiente de las quejas y sugerencias de la organización, puede ser un arma competitiva muy poderosa, las organizaciones muchas veces no son conscientes de ello.
Las conclusiones de estudios relacionados con el tema sugieren que las organizaciones deben fomentar que los clientes insatisfechos se quejen. La entidad debe invertir recursos para fomentar y facilitar los procedimientos de quejas y sugerencias, y debe compensarlas de forma generosa. La gestión de quejas puede ser una herramienta efectiva para la retención de clientes, ya que puede incrementar la percepción del cliente de la utilidad del servicio o producto adquirido (Ang, L. y F. Buttle., 2006).
Las quejas de los clientes insatisfechos deberían incentivarse ya que éstas le brindan a la organización una oportunidad para recuperar clientes que de otra forma se hubieran perdido. Respecto a esto surge un problema: el incremento de las quejas genera una percepción equivocada en la dirección, en vez de considerarse el costo de oportunidad de no recibir una queja, un incremento en las quejas recibidas se percibe como un aspecto negativo. Sin embargo, la reducción del número de quejas o sugerencias, no representa necesariamente una disminución del número de problemas o incidencias con los clientes. Si se reduce el volumen de quejas, pero no la cantidad y complejidad de los problemas, a largo plazo, esto generará la pérdida de clientes y el deterioro de la imagen externa de la organización.
La experiencia demuestra que los clientes insatisfechos hablarán mal de la entidad, lo que repercute en la reputación y credibilidad de la organización. Mientras que aquellos clientes cuyos problemas se han resuelto con prontitud y eficacia, tienden a ser aún más leales con la organización que aquéllos que nunca han tenido un problema. Las quejas brindan la oportunidad de fidelizar los clientes y usuarios actuales de la organización. Si la queja o sugerencia no es tenida en cuenta o se trata de forma deficiente, la molestia del cliente se manifestará también en su entorno, generando una mala imagen de la organización. En cambio, si las quejas o sugerencias se toman en cuenta y se tratan de manera adecuada, compensando al cliente (si fuera el caso), este usuario estará incluso más satisfecho que si no hubiera tenido ningún problema.
Las sugerencias de los clientes y del personal de la organización constituyen una importante fuente de ideas para la mejora de los productos y servicios que se prestan, por lo que es interesante incorporar la participación de los clientes y usuarios en los procesos de mejora e innovación de productos y servicios.
La gestión de las sugerencias de los usuarios, debe basarse en saber escuchar de forma estructurada y sistemática, lo que tiene que decir el cliente acerca de su percepción de los productos y servicios ofrecidos, e incorporar el resultado de este proceso a los hábitos de comportamiento y gestión de la entidad. Existen diferentes métodos para este propósito: panel de clientes/usuarios, formatos escritos para que los usuarios expresen sus comentarios, personal disponible para la atención al cliente, entre otros. Todo esto contando siempre con una actitud activa y participativa, de la dirección de la organización.
¿Por qué se quejan los clientes?
Las quejas surgen cuando el cliente se encuentra insatisfecho con un servicio o producto. Para encontrar la solución pertinente, es necesario comprender la naturaleza de esta insatisfacción. Algunas quejas no se acomodan a un sistema particular de resolución y otras no pueden resolverse, incluso en estos casos es necesario tratarlas con respeto y explicando las razones por las que la organización no puede aceptarlas o resolverlas.La norma UNE-ISO 10002 de 2004 sobre Gestión de la calidad, Satisfacción del cliente y Directrices para el tratamiento de las quejas en las organizaciones; define la queja como:
“Expresión de insatisfacción hecha a una organización, con respecto a sus productos o al propio proceso de tratamiento de las quejas, donde se espera una respuesta o resolución explícita o implícita”
Cuando un cliente presenta una queja expresando su insatisfacción, es necesario determinar la razón. La mejor forma de manejar esta situación es escuchar al cliente, para comprender la raíz de su petición. Para descubrir el problema real y determinar la respuesta apropiada es útil preguntar al cliente qué solución podría satisfacerle.
Muchas quejas ocurren debido a que la organización no ha comunicado de forma clara sus normativas, políticas o servicios. Cuando los usuarios y clientes conocen y comprenden lo que pueden o no esperar de la organización, tienen expectativas más realistas del nivel de servicio que pueden exigir.
Cuando una entidad presta un servicio, sea cual sea, en el momento en que algo no funciona como debería, los clientes deben tener el derecho y la libertad para expresar a la organización su descontento, y esperar que la entidad demuestre su interés en resolver este inconveniente lo más pronto posible. Respecto a esto, algunas de las quejas más comunes entre los usuarios se deben a los siguientes aspectos (Adobe Creative Team, 2002):
- Se muestra una falta de interés respecto al problema que afecta al usuario. Esta es una de las quejas más comunes en las organizaciones de servicios. Cuando una organización realmente pierde el interés en los problemas del cliente, los empleados demuestran y comunican de forma verbal y no verbal, una actitud de indiferencia e incluso de desprecio. El usuario tiene el derecho de esperar que la entidad que le vende y presta un servicio, esté al menos interesada en hacer lo necesario para que la prestación de los servicios que ofrece sea de calidad y cumpla lo que se espera de ellos. Ningún usuario tolerará que la entidad muestre una actitud que subestime o ignore sus problemas y solicitudes.
- Nadie quiere hacerse responsable del problema. “Lo siento, no puedo hacer nada en estos casos”, “No es mi responsabilidad”, “Tiene que hablar con ___ sobre eso”, son respuestas comunes que escucha un cliente al expresar un problema o inquietud.
- El personal de la entidad se expresa de forma condescendiente subestimando al usuario. Es común que al contactar con la organización para comunicar un problema, el usuario sea tratado de forma condescendiente, como si no supiera de que está hablando. A ningún cliente le gusta que le hablen de esta forma, es embarazoso y humillante; lo que el cliente demanda es un trato digno y respetuoso.
- La organización es indiferente ante el cliente. Algunas entidades tienden a caer en la actitud de ignorar los problemas para esperar que desaparezcan. En realidad, si se ignora el problema es el usuario quien dejará la entidad. El cliente busca una respuesta a su problema y la quiere de forma inmediata, y si se ha hecho un compromiso previo con él, debería considerarse su cumplimiento como obligado. Hacer promesas a futuro a los clientes sobre los servicios, puede resolver un problema a corto plazo, pero a largo plazo generará un problema mayor, de no cumplirse dichas promesas.
- La entidad proporciona al cliente información falsa o equivocada. Es un hecho que resulta imposible proporcionar la respuesta correcta siempre, se presentarán problemas que simplemente la organización no sabe cómo resolver. Cuando esto sucede, algunas entidades optan por engañar al usuario dándole información falsa o incompleta, en vez de admitir que no están seguros de la forma de resolverlo y buscarán ayuda para tomar una decisión. Informar al cliente de manera incorrecta o falsa, es incluso peor que no darle ninguna información.
- El usuario es tratado de forma irrespetuosa. Ningún cliente tolerará ser tratado de forma descortés. El personal que utiliza un trato inadecuado en su contacto con los clientes y usuarios, le cuestan a la entidad grandes cantidades de dinero por hora. En general, la gente rehúsa ser tratada de esta manera, y consideran cualquier ofensa una razón más que suficiente para romper definitivamente cualquier relación con la organización.
- El personal utiliza las políticas y procedimientos de la organización como una excusa para no prestar un servicio. El éxito de una organización en el entorno competitivo actual depende del cumplimiento de las necesidades y expectativas del cliente, no de las políticas y procedimientos internos. El cliente debe ser considerado como el factor más importante a considerar por la organización.
- Recibir un trato respetuoso. La lealtad y satisfacción del cliente comienza con un trato respetuoso y digno por parte de la organización.
- Receptividad. Los clientes esperan una atención inmediata, y una actitud receptiva y comprensiva con sus problemas y necesidades, del tipo que sean.
- Excelencia técnica. Los usuarios esperan que el personal tenga los conocimientos suficientes acerca del servicio que están prestando. Los miembros del personal que tienen contacto directo con el cliente deben contar con la experiencia y las habilidades necesarias para representar de forma ideal los servicios que ofrece la entidad. De hecho este sector del personal debe destacar por sus capacidades de comunicación, amabilidad, simpatía y conocimientos.
- Enfoque en la resolución de problemas. Cuando se presenta un problema, los clientes desean que se resuelva inmediatamente. Los usuarios esperan que los encargados de atender sus solicitudes se vuelquen en encontrar una solución apropiada, la inconformidad del cliente se intensificará si el personal encargado de resolverla busca razones y excusas demostrando la incapacidad de la organización para resolver el problema inmediatamente.
- Flexibilidad. El usuario que tiene un problema o inconformidad quiere tratar con alguien de la organización que sea flexible y creativo a la hora de encontrar soluciones. Los clientes esperan que la organización sea capaz de afrontar y superar lo que sea necesario para resolver el problema.
- Pronta resolución. Cuando ocurre un problema, los usuarios esperan una resolución inmediata, no están interesados en las causas o los culpables, tampoco esperan explicaciones complicadas sobre las razones del inconveniente. Lo que los clientes desean es que se reconozca el fallo, una disculpa pública, la resolución del problema y la seguridad de que no volverá a repetirse.
¿Por qué no se quejan los clientes?
La experiencia demuestra que sólo un porcentaje de los clientes y usuarios insatisfechos llega a quejarse directamente ante la organización. Las razones de esta actitud son múltiples y de diferente naturaleza, sin embargo las más comunes se mencionan a continuación.Es habitual que el usuario tenga la percepción de que su queja o sugerencia no servirá de nada, este pensamiento se debe a que en muchas organizaciones no se llevan a cabo acciones preventivas o correctivas a raíz de estas quejas, y en algunos casos el cliente sólo obtiene respuestas o soluciones momentáneas a corto plazo.
Otra de las razones por las que un cliente insatisfecho no se queja es porque considera la situación incómoda y prefiere evitar una confrontación con el personal. Con el fin de contrarrestar esta prevención de los usuarios, es importante que el personal encargado de manejar estas incidencias y que tiene contacto directo con el usuario tenga la formación y actitudes necesarias para fomentar una comunicación abierta y receptiva, además deben incentivarse y mantenerse los canales de comunicación entre la entidad y el cliente. La difusión de la existencia de los sistemas de gestión de quejas y sugerencias accesibles a los clientes, y el hecho de hacer público el interés que tiene la organización en saber lo que opinan sus usuarios, son formas de incentivar estos canales de participación.
Si estos canales de participación no son claros para el usuario, o simplemente no existen, o el trámite toma demasiado tiempo y las soluciones que se ofrecen no son del todo satisfactorias, es probable que el cliente no vuelva a quejarse y prefiera simplemente dejar la entidad.
Es habitual que el cliente sienta que la entidad no tiene interés en conocer su opinión acerca de los servicios ofrecidos y su grado de satisfacción. Cuando la organización transmite a sus clientes y usuarios esta preocupación, incentiva su interés en participar en el proceso de expresión de sus quejas y sugerencias. El usuario debe ser consciente y comprender que, dentro de la filosofía participativa de la entidad, la retroalimentación es primordial y su opinión, expresada a modo de sugerencias y/o quejas, sí es importante y es tenida en cuenta.
Diferencia entre el “tratamiento” y la “gestión” de las quejas y sugerencias
En la organización orientada a la prestación de servicios enfocada al cliente, es de gran importancia considerar la brecha existente entre la percepción de los gestores acerca de las expectativas del cliente, y las expectativas reales. La comunicación y el flujo de información hacia los niveles directivos son herramientas para acortar esta brecha, y una de las formas en las que se manifiesta esta información son las sugerencias y quejas que presentan los clientes; como se ha mencionado antes, brindando a la organización la oportunidad de satisfacer aquellos clientes insatisfechos y prevenir la difusión de una mala concepción de sus servicios.El “tratamiento” efectivo de estas incidencias se lleva a cabo en beneficio del cliente, sin embargo las quejas y sugerencias expresadas por los clientes tienen una utilidad que va más allá de la satisfacción individual del cliente. Si la información obtenida a partir de ellas se difunde a través de la organización, y especialmente hacia la dirección, es posible llegar a eliminar, reducir o mejorar los procesos y las causas de la insatisfacción.
Es en este punto donde aparece la verdadera “gestión” de las sugerencias y quejas, en la transmisión de la información obtenida, con el propósito de detectar y corregir las causas de la incidencia; mientras el simple “tratamiento” de las quejas y sugerencias se limita a dar una respuesta al cliente insatisfecho (Gilly,M.C.; 1991).
En el proceso de “gestión” de las quejas y sugerencias es importante establecer procedimientos claros y comprensibles para el flujo de la información obtenida a partir de la participación de los clientes y dirigida hacia aquéllos que realmente pueden tomar decisiones dentro de la organización. Esto es aplicable especialmente a sectores como el deportivo, en los cuales debido a que la producción y el consumo del “producto” se llevan a cabo de forma simultánea, los usuarios pueden expresar sus inconformidades a diferentes miembros del personal y en diferentes momentos.
El sistema de gestión de quejas y sugerencias
El proceso de transformación de las quejas y sugerencias de los usuarios en conocimiento útil para la entidad, que proporcione un valor añadido para su gestión, implica la existencia de un sistema robusto para la gestión de quejas y sugerencias. Así como también es necesario disponer de mecanismos que incentiven la participación de los clientes y usuarios. Este sistema de gestión de quejas y sugerencias permitirá el nivel de calidad con el que se prestan los servicios y productos ofrecidos por la entidad, y generar sistemas para la participación de los clientes/usuarios para la mejora integral de los servicios.Para que dicho sistema constituya un instrumento eficaz y operativo, son necesarias algunas consideraciones básicas para su implantación (Martín, J.I., 2006):
- Es importante disponer de una unidad o personal designado, responsable de la gestión de las quejas, sugerencias y reclamaciones. Este personal debe estar capacitado para las actividades de recogida, gestión, tramitación, resolución y comunicación, especialmente la capacidad de respuesta al cliente.
- Disponer de un procedimiento establecido y formal para la gestión de las sugerencias y quejas.
- Difusión y comunicación hacia los usuarios sobre la existencia de un sistema para la recogida y gestión de quejas y sugerencias, además deben ser públicos y suficientemente claros los procedimientos que el usuario debe llevar a cabo para la presentación de una queja o sugerencia.
- El sistema debe ser de fácil acceso para los clientes y usuarios.
- Deben existir formatos a disposición de los usuarios para la presentación de quejas y sugerencias, así como un lugar indicado para su presentación.
- Disponibilidad de diversos medios para la presentación de las sugerencias y quejas, incluyendo formatos escritos, electrónicos o vía telefónica, por ejemplo.
- El “Compromiso” real de la entidad con la gestión eficiente y objetiva de las quejas y sugerencias.
- Una “Política” de la organización enfocada al cliente, siendo de carácter público y que tenga en cuenta todas las partes interesadas.
- Los principios de “Responsabilidad y autoridad” que establezcan responsabilidades, funciones y compromisos claros para la alta dirección, y todo el personal de la organización.
Principios generales del sistema
La Organización Internacional para la Estandarización ISO (International Organization for Standardization) proporciona el estándar ISO 10002 de 2004, como un documento guía para el diseño e implementación de un proceso efectivo para la gestión de quejas. Existen además otros estándares relacionados (CMSAS 86:2000, AS 4269:1995) y diferentes autores que han documentado los requisitos de un sistema de gestión de sugerencias y quejas de calidad (Ang, L.; 2006).A partir de estas recomendaciones se pueden enumerar los elementos esenciales que deben implementarse en un sistema efectivo para la gestión de quejas y sugerencias. Un sistema que permita resolver estas incidencias, resultando en un aumento de la satisfacción del cliente, deberá cumplir al menos las siguientes características:
CMSAS 86:200 (BSI Complaint Management Assessment Specification – Especificación para la valoración de gestión de quejas) es un estándar Británico desarrollado por BSI Management Systems.
AS 4269:1995. Estándar Australiano para la gestión de quejas.
Visibilidad
- La entidad debe demostrar su compromiso para hacer que sus procedimientos de gestión de quejas y sugerencias se vean ampliamente difundidos, promocionándolos de forma interna y externa.
- Cualquier cliente que tenga algún inconveniente con un producto o servicio necesita conocer la forma de presentar una queja o sugerencia y a quién debe acudir en este caso. Esta información debe estar disponible en todo momento.
- La organización debe proporcionar la información acerca de cómo y a quién deben dirigirse las quejas y sugerencias, incluyendo un contacto, número de teléfono, dirección, dirección electrónica, etc. Deben existir mecanismos y herramientas para difundir esta información.
- Es útil que la organización haga públicos sus estándares de servicio, así los usuarios sabrán que estándar de servicio pueden esperar.
Accesibilidad
- Los mecanismos para la gestión de quejas y sugerencias deberán ser fácilmente accesibles para todos los clientes y usuarios. La información y el proceso de gestión deberán cumplir:
Ser fáciles de usar
Ser comprensibles
Estar disponibles en diversos formatos de comunicación
- Los formatos utilizados deben permitir que el usuario pueda expresar claramente su solicitud y la acción deseada que podría satisfacerle.
- El procedimiento deberá estar disponible en los idiomas en los que se ofrecen los servicios y productos de la organización.
- En las entidades con sede en localidades con más de un idioma oficial, los mecanismos de quejas y sugerencias deben encontrarse a disposición de los usuarios en los idiomas en que los productos o servicios sean ofrecidos o proporcionados.
- El personal que tiene especial contacto con el usuario deberá estar capacitado para responder sus consultas en el idioma oficial que elija.
Respuesta diligente
- Las sugerencias y quejas deben tratarse con prontitud, cortesía y de acuerdo con su urgencia. Las entidades deben establecer plazos de cumplimiento para la resolución de las incidencias y hacer públicos estos plazos en toda la documentación relacionada con los procedimientos de gestión de las quejas y sugerencias.
- También se recomiendan las cartas o llamadas, de acuse de recibo, para indicar la recepción de una solicitud. Ésta deberá enviarse dentro de un plazo establecido y debería incluir información acerca del proceso de investigación y los datos de contacto.
- La respuesta que se proporcione al usuario debería incluir información con respecto a:
- Datos relevantes acerca de la queja o sugerencia.
- Razones suficientes para decisión que se haya tomado.
- Cualquier modificación que se haya realizado como resultado de la queja o sugerencia.
- Reconocimiento y/o agradecimiento al usuario por su participación.
- Si no fuera posible resolver la incidencia dentro de los plazos establecidos, el usuario debería ser notificado.
Objetividad
El proceso de gestión de sugerencias y, especialmente, quejas, debe ser justo y objetivo tanto para el usuario que accede al sistema como para la persona, organización o área sobre la que recae. Todas las quejas deben ser tratadas e investigadas de forma legítima y sin prejuicios. Los clientes y/o usuarios y la entidad deben actuar con objetividad, imparcialidad y justicia a lo largo del proceso, siguiendo los siguientes principios:- La o las personas objeto de la queja en cuestión, deben conocer todos los detalles objeto de queja, en relación con su desempeño.
- El personal implicado debe tener la oportunidad de explicar su versión de las circunstancias y la entidad debe prestarles el apoyo apropiado.
- Todas las partes interesadas deben tener el derecho a ser escuchadas.
- Debe considerarse e investigarse todas las evidencias y argumentos existentes, mientras sean relevantes al objeto de la incidencia.
Costes
La presentación de una queja o sugerencia no deberá suponer en ningún caso algún coste para el usuario.Confidencialidad
La información relativa a los datos personales del usuario que presenta una sugerencia o queja no deberá hacerse pública, salvo en casos en que fuera absolutamente necesario para su resolución, y sólo debe divulgarse bajo el consentimiento del cliente.Enfoque al cliente
La organización debe mostrar en el desarrollo del proceso de tratamiento y gestión de quejas y sugerencias su interés real en conocer los deseos, necesidades y expresiones de sus clientes, además de su disposición a la retroalimentación a partir de las opiniones de los usuarios.Responsabilidad
La entidad debe establecer claramente los responsables de las actividades relacionadas con el proceso, asignar funciones claras de gestión, tratamiento, toma de decisiones y comunicación en todas las etapas de la gestión de sugerencias y quejas.La organización debería informar acerca de la operación del proceso de gestión de quejas y sugerencias, según indicadores del desempeño dados. La entidad debería integrar este proceso con la estrategia y con la planeación de otros procesos operativos propios. Además es importante publicar estos resultados en los informes anuales de la entidad, lo que permitirá hacer público el compromiso y la responsabilidad que está asumiendo la organización con la gestión de quejas y sugerencias y la mejora de la calidad de los productos y servicios prestados.
Mejora continua
El proceso debería ser revisado con regularidad para asegurar la calidad y eficiencia de los resultados, siendo un objetivo principal dentro de la organización.Calidad de los recursos
Es importante designar los recursos adecuados para la gestión de las sugerencias y quejas, con el suficiente nivel de autoridad para aquellos encargados de la toma de decisiones.Ayuda y asistencia
Es importante que el personal esté dispuesto a ayudar y asistir al usuario que desea presentar una queja o sugerencia, si así lo requiere. Esto permite asegurar que la incidencia sea presentada de forma que permita su posterior tratamiento a través del procedimiento en la entidad. Este es el caso, por ejemplo, de una persona que desee interponer una queja pero tenga problemas para expresarse en castellano: el personal encargado de la atención deberá prestar la asistencia necesaria para que la incidencia sea cumplimentada de forma que cumpla los requerimientos mínimos para su posterior tratamiento.Solución y compensación
La entidad debe establecer políticas de compensación en el proceso de gestión de quejas y sugerencias. Estas compensaciones deberán tener en cuenta las circunstancias del caso, las obligaciones legales, éticas, y las buenas prácticas del negocio. Estas políticas, dependiendo del caso, pueden ir desde el reembolso de cuotas, disculpas públicas, agradecimientos, entre otros, a establecer según el criterio de la entidad.Recopilación de información
Es importante que se establezcan métodos sistemáticos para la recopilación de información acerca de las quejas y sugerencias recibidas, para permitir así que la entidad realice un seguimiento del proceso e identifique situaciones repetitivas. La entidad debe asegurarse de obtener el mayor nivel de detalle posible de la información para permitir un nivel avanzado de análisis. Este nivel de detalle dependerá de acuerdo a los objetivos y necesidades de información que establezca la entidad, así como los métodos y técnicas para llevarlo a cabo. Sin embargo, es un requisito mínimo que la organización disponga de un repositorio de las quejas y sugerencias recibidas, que se encuentre disponible por un período de tiempo establecido y que permita su consulta.Detección de problemas recurrentes o del sistema
Este tipo de problemas son causados por: fallos en el diseño del servicio o producto, el desempeño del sistema, o de las políticas o procedimientos de la entidad. En estos casos sería útil clasificar este tipo de quejas, para identificar posibles problemas recurrentes y permitir su rectificación. Un análisis apropiado de estas quejas ya clasificadas, en relación a la severidad y la frecuencia del problema, servirá como base para la valoración de los riesgos y la mejora de servicios y productos.Procedimiento para la gestión de quejas y sugerencias
El procedimiento establecido para el tratamiento y gestión de las sugerencias y quejas presentadas en el marco de una entidad dependerá de su criterio y de sus prioridades y requerimientos de información y de análisis de la misma. Cada organización define las características de proceso interno, teniendo en cuenta al menos los principios anteriormente descritos, cuyo cumplimiento es la base para garantizar un proceso transparente, equitativo y eficiente para todas las partes.A continuación se propone y describe un procedimiento tipo para la gestión de las quejas y sugerencias, sin embargo queda a criterio propio la definición de procedimientos que se acomoden a la situación y problemáticas propias de cada organización.
La metodología propone que, si una queja o sugerencia no puede resolverse de forma inmediata, se ejecuten acciones a otro nivel para buscar su pronta resolución. En el diagrama se proponen dos niveles de resolución interna, para luego pasar a la resolución externa, si no se encontrara respuesta en el margen de acción de la entidad. Cada organización establecerá los límites y alcances de su proceso propio.
A continuación se expone cada etapa del procedimiento de resolución interna del esquema propuesto.
Fuente ISO 10002.
Inicio
Es importante que una vez que se ha establecido el procedimiento se proceda a la formación e información del personal y de los clientes y usuarios. Esta información debe ser clara en cuanto a las funciones, las personas responsables del proceso, la ubicación física de los puntos donde puedan presentarse las sugerencias o quejas, y aquellos aspectos que se consideren esenciales en el procedimiento de gestión, como pueden ser: la forma en que el reclamante debe presentar la incidencia, una explicación del flujo del proceso, los plazos de resolución asociados a las diferentes etapas del proceso, las diferentes opciones de resolución a las que puede optar el usuario, entre otras.
Los medios para la difusión de la existencia y funcionamiento del proceso dependerán de la situación de cada entidad. Algunos medios recomendados para alcanzar una mayor difusión son los siguientes (MAP, 2006):
- Folletos de difusión interna.
- Circulares informativas, de carácter sencillo. El formato puede incluir los compromisos y plazos establecidos. Se podría utilizar para distribuirlo al personal y a los usuarios.
- En formato electrónico, en la página web de la entidad, o en la intranet a la que acceda el personal. Inicialmente debería tener una difusión especial, y superado un tiempo del establecimiento del proceso, podría dejarse como un apartado más de la web. En este apartado debe informarse sobre la ubicación del puesto de atención, los procedimientos aplicables y cualquier información que sea útil para el usuario.
- Tablón de anuncios ubicado en las instalaciones de la entidad.
- Charlas o sesiones informativas.
Recepción de la queja o sugerencia
La información a registrar a partir de los formularios cumplimentados, deberá incluir datos trascendentes y que se consideren necesarios para el futuro tratamiento y gestión de la incidencia. Algunos datos importantes pueden ser:
- Información relativa al reclamante.
- Descripción de la queja o sugerencia, datos de apoyo relacionados.
- Solución que el cliente solicita o propone.
- Producto, servicio, o procedimiento de la entidad, objetos de la queja o sugerencia.
- Plazo límite de respuesta.
- Información acerca del personal relacionado con la incidencia.
- Acciones inmediatas que se hayan tomado (si fuera el caso).
Seguimiento
Acuse de recibo
Evaluación inicial
Investigación
Continuación de la resolución
Activación del proceso
Cierre del proceso
Debe determinarse si la solución ofrecida ha sido satisfactoria para el usuario, de no ser así se decidirá si se continúa con el proceso en un nivel superior de resolución. Si la respuesta es satisfactoria, se procede al cierre y registro de la incidencia.
Gestión de la relación con clientes o CRM
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La gestión de relación con los clientes, o CRM, es un término de la industria de la información que se aplica a metodologías, software y, en general, a las capacidades de internet que ayudan a una empresa a gestionar las relaciones con sus clientes de una manera organizada.
Un CRM es la combinación de prácticas, estrategias y tecnologías que las empresas utilizan para gestionar y analizar las interacciones y los datos del cliente a lo largo del ciclo de vida del cliente. El objetivo es mejorar las relaciones de servicio al cliente y ayudar en la retención de clientes e impulsar el crecimiento de las ventas. Los sistemas CRM recopilan datos del cliente a través de diferentes canales, o puntos de contacto, entre el cliente y la empresa, que podrían incluir el sitio web de la empresa, teléfono, chat en vivo, correo directo, materiales de marketing y redes sociales. Los sistemas CRM también pueden brindar a los miembros del personal de atención al cliente información detallada sobre la información personal de los clientes, historial de compras, preferencias de compra e inquietudes.
Por qué un CRM beneficia a las empresas
El uso de sistemas CRM puede beneficiar a organizaciones que van desde pequeñas empresas hasta grandes corporaciones, a través de:
- Tener fácilmente accesible la información del cliente, como las compras anteriores y el historial de interacciones, puede ayudar a los representantes de atención al cliente a brindar un mejor y más rápido servicio al cliente.
- La recopilación y el acceso a los datos de los clientes pueden ayudar a las empresas a identificar tendencias y conocimientos sobre sus clientes a través de funciones de visualización y generación de informes.
- Automatización de tareas menores, pero necesarias, del embudo de ventas y de atención al cliente.
Ejemplos de CRM en la práctica
Los ejemplos de uso de CRM varían según el tipo y el propósito del sistema de CRM específico.
Centro de contacto
Tradicionalmente, las prácticas de entrada de datos para los sistemas CRM han sido responsabilidad de los departamentos de ventas y marketing, así como de los agentes del centro de contacto. Los equipos de ventas y marketing obtienen clientes potenciales y actualizan el sistema con información a lo largo del ciclo de vida del cliente, y los centros de contacto recopilan datos y revisan los registros del historial del cliente a través de llamadas de servicio e interacciones de soporte técnico.
CRM social
Las redes sociales en CRM involucran a las empresas que interactúan con los clientes directamente a través de plataformas de redes sociales, como Facebook, Twitter y LinkedIn. Las redes sociales presentan un foro abierto para que los clientes compartan experiencias con una marca, ya sea que expresen sus quejas o promocionen productos.
Para agregar valor a las interacciones de los clientes en las redes sociales, las empresas utilizan varias herramientas de CRM social que monitorean las conversaciones en las redes sociales, desde menciones específicas de una marca hasta la frecuencia de las palabras clave utilizadas, para determinar su público objetivo y qué plataformas utilizan. Otras herramientas están diseñadas para analizar los comentarios de las redes sociales y abordar las consultas y problemas de los clientes.
Las empresas están interesadas en capturar los sentimientos de los clientes, como la probabilidad de que recomienden productos y la satisfacción general del cliente, para desarrollar estrategias de marketing y servicios. Las empresas intentan integrar los datos de CRM social con otros datos de clientes obtenidos de los departamentos de ventas o marketing para obtener una vista única del cliente.
Otra forma en la que el CRM social agrega valor para las empresas y los clientes es a través de las comunidades de clientes, donde los clientes publican reseñas de productos y pueden interactuar con otros clientes para solucionar problemas o investigar productos en tiempo real. Las comunidades de clientes pueden proporcionar un servicio al cliente de bajo nivel para ciertos tipos de problemas y reducir la cantidad de llamadas al centro de contacto. Las comunidades de clientes también pueden proporcionar nuevas ideas de productos o comentarios que las empresas pueden utilizar en lugar de grupos de comentarios.
CRM móvil
Las aplicaciones CRM creadas para teléfonos inteligentes y tabletas se han convertido en una herramienta imprescindible para los representantes de ventas y los profesionales de marketing que desean acceder a la información del cliente y realizar tareas cuando no se encuentran físicamente en sus oficinas. Las aplicaciones de CRM móvil aprovechan las funciones que son exclusivas de los dispositivos móviles, como las capacidades de reconocimiento de voz y GPS, para brindar a los empleados de ventas y marketing acceso a la información del cliente desde cualquier lugar.
17. MEDIACIÓN Y ARBITRAJE
17.1.- Aspectos generales
Los conflictos de intereses son susceptibles de ocurrir en cualquier tipo de relación, ya sea entre distintas personas o empresas. La opción tradicional y más común por la que se solucionan las disputas es mediante los tribunales, cuyos jueces dictan resoluciones en base a la ley que las partes afectadas deben aceptar.
Sin embargo, existen otras alternativas intermedias. Los ADR (Alternative Dispute Resolution) o Métodos alternativos de resolución de conflictos, son procedimientos alternativos para la resolución de controversias sin recurrir a la vía judicial, entre los que se encuentran la mediación y el arbitraje. Tienen como objetivo llegar a un acuerdo de forma rápida y eficaz, reduciendo costes en cuanto a tiempo y dinero para las partes en conflicto. En ambos procedimientos, es una persona independiente quien dirige el proceso.
La mediación es un procedimiento informal, consensuado y no vinculante, en el cual el mediador asiste a las partes en la conclusión de un acuerdo para resolver una controversia. Este acuerdo está basado en los intereses respectivos de las partes y no solo en la aplicación estricta de derechos y obligaciones en virtud de un derecho específico. El mediador no puede imponer una decisión y el acuerdo tiene la validez de un contrato.
El arbitraje es un procedimiento por el cual las partes someten una controversia a uno o más árbitros para la obtención de una decisión vinculante y definitiva basada en derechos y obligaciones en virtud de un derecho aplicable. La decisión es ejecutable como laudo bajo la legislación arbitral.
17.2.- La Mediación
¿En qué consiste un procedimiento de mediación?
La mediación es un método pacífico y voluntario para resolver conflictos, donde la intervención profesional realizada por un mediador, persona neutral e imparcial, tiene como objetivo crear un entorno de confianza, un marco de comunicación entre las partes en conflicto que inician un proceso de negociación, que les ayude a lograr la consecución de acuerdos satisfactorios para todas las partes.
Como método alternativo al derecho a acceder a los Tribunales de Justicia, se caracteriza por ser un proceso no vinculante, en el cual las partes controlan en todo momento su participación, en lugar de dejar la decisión final en manos de un tercero que pueda adoptarla. En tanto no haya un acuerdo escrito y firmado por las partes, nada de lo manifestado, ofertado o discutido se considera vinculante entre ellas.
Una vez se han alcanzado los acuerdos, éstos tienen la fuerza de un contrato privado de obligado cumplimiento para las partes y tendrá consideración de título ejecutivo, si las partes lo desean, mediante su elevación a escritura pública ante notario.
¿Qué función tiene el mediador en el procedimiento?
El mediador es un canalizador del procedimiento de mediación, no juzga ni hace juicios de valor. Establece un clima de negociación que facilita la comunicación entre las partes y ayuda a que éstas exploren sobre posibles puntos de acuerdo. Por ello, en muchos casos, la mediación se entiende como una negociación asistida.
¿Cómo se inicia una mediación?
La mediación se inicia con una solicitud dirigida a un Centro de Mediación por correo electrónico u ordinario.
Se puede presentar la solicitud:
- Si existe un convenio, contrato o acuerdo previo de sometimiento a mediación o deciden directamente acudir a a la mediación conjuntamente. Solicitud de mediación con convenio previo.
- Si las partes se ponen de acuerdo y acuden a mediación o una de ellas invite a la otra. Solicitud de mediación con invitación a otra parte/s.
El Servicio de Mediación examinará la solicitud y comprobará si se dan los requisitos necesarios para iniciar el procedimiento. En caso afirmativo, si se ha solicitado por ambas partes, se les citará para la primera sesión informativa.
En el caso que se haya solicitado por sólo una de las partes, el Servicio de Mediación comunicará con la otra parte a fin de informarle del procedimiento. Si la parte acepta se designará mediador y se convocará a las partes a la primera sesión informativa.
Sesión informativa:
En esta primera sesión informativa, el mediador explicará los principios del procedimiento, cómo se desarrollan las sesiones de mediación, los objetivos y beneficios de alcanzar una solución consensuada, la facultad de dar por terminada la mediación en cualquier momento, las consecuencias jurídicas del acuerdo, el plazo para firmar el acta constitutiva, así como los posibles efectos e incidencias en el procedimiento judicial.
Tras la sesión informativa:
Si las partes acuerdan el inicio de la mediación se firmará el Acta Inicial en la sesión constitutiva y comenzarán las sesiones de mediación, que pueden finalizar con o sin acuerdo y se recogerán en un Acta Final. El acuerdo de mediación será ejecutivo siempre que se eleve a escritura pública.
Las partes podrán designar de manera conjunta al mediador que intervenga en su proceso de mediación, si bien habrá de ser confirmada por el Centro de Mediación.
A falta de acuerdo por las partes, el Centro de Mediación designará al mediador (previa consulta a las partes).
¿Cuánto dura un procedimiento de mediación?
No hay un plazo de duración determinado. Cada proceso tendrá una duración de acuerdo a la complejidad y cuantía de la controversia. Aunque es difícil de generalizar, la experiencia indica que, una vez iniciada, las mediaciones suelen finalizar en pocas sesiones.
¿Qué costes conlleva una mediación?
Los costes básicos de una mediación son los honorarios del mediador y los gastos de administración de la institución de mediación a la que se acuda para la elección del mismo.
El coste de un procedimiento de mediación es muy inferior a un arbitraje o a un procedimiento judicial, además no se incurre en costes de procurador ni en tasas judiciales.
¿Quién hace frente a los gastos en una mediación?
Los costes de una mediación serán satisfechos, salvo pacto en contra, a partes iguales por las partes intervinientes en el procedimiento.
¿Qué ocurre si se acude a la mediación y no se consigue llegar a un acuerdo?
Intentar una mediación no supone la renuncia al derecho a acudir a un proceso arbitral, si así se hubiera pactado con la contraparte o, en su defecto, acudir a los tribunales ordinarios de justicia.
La mediación constituye una fórmula válida y aceptada en el Estado de Derecho que contribuye a concebir a los tribunales de justicia como un último remedio, en caso de que no sea posible componer la situación por la mera voluntad de las partes.
La voluntariedad de las partes implica que se podrá abandonar el procedimiento de mediación en el momento en que así se desee.
¿Qué controversias pueden ser resueltas por la mediación?
Los conflictos más habituales tratados en mediación son: incumplimientos contractuales, impagos de clientes y proveedores, controversias societarias y empresa familiar, propiedad industrial, arrendamientos urbanos, conflictos sobre construcción, suministros, bancos, seguros, etc.
17.3.- El Arbitraje
¿En qué consiste un procedimiento de arbitraje?
El arbitraje es un procedimiento por el cual se somete una controversia, por acuerdo de las partes, a un árbitro o a un tribunal de varios árbitros que dicta una decisión sobre la controversia que es obligatoria para las partes. Al escoger el arbitraje, las partes optan por un procedimiento privado de solución de controversias en lugar de acudir ante los tribunales.
Las características principales del arbitraje son:
El arbitraje es consensual
Un proceso de arbitraje únicamente puede tener lugar si ambas partes lo han acordado. En el caso de controversias futuras que pudieran derivarse de un contrato, las partes incluyen una cláusula de arbitraje en el contrato. Una controversia existente puede someterse a arbitraje mediante un acuerdo de sometimiento entre las partes.
Las partes seleccionan al árbitro o árbitros
Compete a las partes seleccionar conjuntamente a un árbitro único. Si optan por un tribunal compuesto por tres árbitros, cada parte selecciona a uno de los árbitros y éstos seleccionarán a su vez a un tercer árbitro que ejercerá las funciones de árbitro presidente. Otra posibilidad es que el Centro o la entidad a la que se acude, proponga árbitros especializados en la materia en cuestión o nombre directamente a miembros del tribunal arbitral.
El arbitraje es neutral
Además de seleccionar árbitros de nacionalidad apropiada, las partes pueden especificar elementos tan importantes como el derecho aplicable, el idioma y el lugar en que se celebrará el arbitraje. Esto permite garantizar que ninguna de las partes goce de las ventajas derivadas de presentar el caso ante sus tribunales nacionales.
El arbitraje es un procedimiento confidencial
Se protege específicamente la confidencialidad de la existencia del arbitraje, las divulgaciones realizadas durante dicho proceso, y el laudo.
La decisión del tribunal arbitral es definitiva y fácil de ejecutar
Las partes se comprometen a ejecutar el laudo del tribunal arbitral sin demora.El laudo es la decisión o fallo dictado por los árbitros que pone fin al procedimiento arbitral.
Una vez emitido el laudo,la controversia sobre la que este haya tratado se considerará, a todos los efectos, como “cosa juzgada”, lo que implica la obligación de respetar la decisión emitida por un órgano judicial o arbitral sobre un litigio concreto y, por tanto, la imposibilidad de interponer un recurso o impugnación, aún cuando una de las partes considere que la sentencia o en este caso, el laudo, va en contra de sus intereses.
De esta forma, lo que se trata de evitar es que una de las partes solicite, de forma continua y reiterativa, la repetición de un procedimiento judicial o arbitral hasta obtener una resolución favorable, lo que podría provocar que cualquier medida adoptada a través de este proceso se considerase como provisional o sujeta a revisión, generando un elevado nivel de inestabilidad en todos los sentidos y restándole toda utilidad como medio válido para resolución de conflictos.
Mediación vs Arbitraje
La intervención y el papel del mediador diferencia a esta figura del arbitraje. Este último consiste básicamente en que las partes acuerdan someterse a la decisión de un tercero (árbitro). Un mediador, en cambio, es un profesional imparcial, neutral y sin capacidad para tomar decisiones por las partes, a las que asiste con el objetivo de favorecer vías de comunicación y llegar a soluciones consensuadas.
A diferencia de la mediación, una parte no puede retirarse unilateralmente de un proceso de arbitraje.
Ventajas del arbitraje y la mediación
Se pueden destacar varios puntos:
Los procesos judiciales ordinarios tienen una mayor duración en el tiempo y son más costosos económicamente, al contrario que la mediación y el arbitraje, que se caracterizan por presentar tiempos de ejecución más cortos y por ser más económicos (y cuyos acuerdos poseen la misma validez jurídica que la sentencia de un juez).
Todo lo que se habla y ocurre durante todo el proceso del arbitraje o mediación, desde la primera sesión informativa hasta la última sesión donde se firme el acuerdo, es absolutamente confidencial.
Flexibilidad. Las resoluciones judiciales dictadas por un juez son de carácter inamovible. Sin embargo, en la mediación o el arbitraje, las propuestas para solucionar un determinado conflicto pueden ser debatidas desde la voluntad por llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes en la medida de lo posible.
Ambos procedimientos evitan la ruptura total de las relaciones. Al contrario de lo que sucede en los litigios que pasan por los juzgados, que suelen deteriorar y mermar las relaciones, a través de la mediación y el arbitraje las partes tienen la oportunidad de dialogar, manifestarse y ser escuchadas, por lo que las relaciones se dañan menos.
17.4.- El Arbitraje en los conflictos de transporte
Al igual que en otros ámbitos de la vida, los ciudadanos no estamos exentos de tener un problema relacionado con el transporte, entendido como medio para movernos –trenes, autobuses, taxis…– o bien para trasladar mercancías –mudanzas, mensajerías…–. Como en otros sectores, tenemos reconocidos una serie de derechos que no pueden verse vulnerados y que, en caso de serlo, pueden ser reclamados. Para ello, hay una herramienta que destaca por su carácter práctico: el arbitraje de transportes, un sistema de resolución de conflictos al que podemos recurrir para plantear nuestras reclamaciones contra los transportistas por incumplimientos del contrato de transporte.
Pueden resolverse a través de este arbitraje los conflictos surgidos a raíz del transporte de viajeros (tren, autobús, taxi, tranvía, etc.) y del transporte de mercancías (mudanzas, envío paquetería, etc.). Por el contrario no pueden someterse a este sistema los conflictos en los que existan indicios racionales de delito, ya que los juzgados de lo penal son los únicos con competencia para resolverlos.
A diferencia del arbitraje de consumo, se presume que todos los conflictos relacionados con el transporte de mercancías o de viajeros deben dirimirse obligatoriamente a través del arbitraje de transportes, salvo que alguna de las partes hubieren manifestado previamente su voluntad en contra de este sometimiento.
Características
Las características principales de este sistema son:
La gratuidad: este sistema es totalmente gratuito tanto para el usuario como para el transportista, salvo en los casos en que se haya practicado alguna prueba pericial.
No se necesita asistencia jurídica: el usuario no necesita contratar los servicios de un abogado para solicitar el arbitraje, ni para que le asista jurídicamente en la vista arbitral. No obstante, las partes pueden ser asistidos por estos profesionales si así lo desean.
Rápido y con pocas formalidades: el procedimiento arbitral de transportes consiste, por regla general, en la simple presentación de una solicitud de arbitraje por escrito y en la celebración en su día de una vista donde se dicta el laudo arbitral con el que se termina el procedimiento.
Garantías
Este sistema ofrece a ambas partes garantías de que el laudo será cumplido en todos sus términos:
Cosa juzgada: una vez que se ha iniciado el procedimiento arbitral, ninguna de las partes en conflicto puede presentar una demanda por la vía judicial.
Obligatoriedad del laudo arbitral: la decisión adoptada por el colegio arbitral (laudo) es de obligado cumplimiento para ambas partes, que deberán cumplirlo en todos sus términos en el plazo fijado al efecto por la Junta.
Ejecutable por la vía judicial: si alguna de las partes no cumple el laudo, la parte perjudicada puede acudir a la vía judicial para solicitar la ejecución del laudo, mediante el embargo de dinero, bienes, etc.
Las Juntas Arbitrales
¿A quién atiende la Junta Arbitral del Transporte?
A todos aquellos particulares o empresas que contratasen un servicio de transporte, bien para efectuar un desplazamiento, bien para remitir una mercancía, produciéndose incidencias en la prestación del servicio que supongan un quebranto económico para el usuario.
A las propias empresas de transporte cuando el usuario del servicio no cumpla con sus obligaciones contractuales, siendo el ejemplo más típico el impago de los portes de transporte.
Todas las comunidades autónomas disponen de una Junta Arbitral de Transportes. Salvo que las partes en conflicto hubieran pactado una Junta Arbitral concreta, la competente para conocer del litigio será la elegida por el reclamante, entre las Juntas correspondientes al lugar de origen o destino del transporte, o de la celebración del contrato.
¿Quién compone la Junta Arbitral del Transporte?
Las Juntas Arbitrales las componen un presidente (que será licenciado en Derecho), un secretario y un número determinado de vocalías (representantes de la Administración, del sector de transportes de mercancías, del sector de transporte de viajeros y de los consumidores y usuarios).
Procedimiento
Este procedimiento se inicia con la presentación del demandante de una solicitud de arbitraje, lógicamente por escrito, ante la Junta competente, en la cual deberá reflejar sus datos personales y los del reclamado, los hechos que motivan su reclamación y sus peticiones.
Una vez que la Junta Arbitral admita a trámite la solicitud y considere que debe celebrarse el arbitraje, el Secretario remite copia de la reclamación al reclamando, señalando al mismo tiempo la fecha y hora en la que se celebrará la vista arbitral.
Si el día que se celebre la vista arbitral no asiste el demandante se le tendrá por desistido, archivándose el asunto. Por contra si el que no asiste es el demandado, se puede celebrar la vista arbitral sin su presencia, dictando la Junta el Laudo arbitral.
Las partes pueden acudir a la vista por sí solos sin necesidad de estar asistidos por un abogado, salvo que elijan libremente esta última opción. De la misma forma, si alguna de las partes no puede acudir a la vista arbitral, podrá autorizar por escrito a cualquier persona para que acuda en su representación.
En la vista arbitral, las dos partes pueden realizar todas las alegaciones que estimen oportunas, así como aportar toda la documentación que consideren necesaria para mejor defensa de sus pretensiones.
Los laudos se dictan por mayoría simple de los votos emitidos por sus miembros, dirimiendo los empates el Presidente.
¿Hay alguna limitación para acudir a esta Junta?
La cuantía económica máxima que se puede reclamar es de 15.000 euros, salvo que ambas partes pacten expresamente el sometimiento a la Junta Arbitral del Transporte en casos de cuantías superiores.
¿Qué ventajas tiene frente a la justicia ordinaria?
El procedimiento en la Junta Arbitral del Transporte es mucho más ágil que el trámite judicial ordinario y, además, tiene dos características esenciales:
El procedimiento es gratuito; no hay costas.
La obligatoriedad de acatamiento del laudo arbitral, que tiene el mismo peso que una sentencia judicial.